jueves, 12 de febrero de 2015

ALOCUCIÓN DEL DÍA DE LA PAZ Y LA NO VIOLENCIA

“Un sueño que se hará realidad”

 


Querido Colegio:


Vistes tus mejores galas y nos recibes con las puertas abiertas en esta


mañana de septiembre, donde los colores del otoño bañan el aire y el viento


arrebata con dulzura las hojas secas de los árboles, haciendo una bonita


alfombra sobre el patio.



El sonido de mis pies al pisar las hojas secas me gusta, es suave y me ayuda


a pensar lo maravilloso que sería que todos juntos anduviésemos sobre las


ellas haciendo sonar una melodía, que nos hiciera sonreír y cogernos de la


mano, compartiendo nuestros juegos.



Hoy hemos colocado un gran árbol en la entrada. Tiene pocas hojas porque


ahora están adornando el suelo pero cada mañana, al entrar dejaremos una


sonrisa, una caricia, un secreto, una ilusión, un beso y un poquito de


alegría. También dejaremos que los pajarillos de nuestra mente se posen en


sus ramas y vayan preparando sus nidos.



Querido Colegio,


¡Llegará el frio!

En nuestro pueblo no nieva pero nosotros, con el poder de la imaginación,


pondremos copos de nieve sobre sus ramas.



Cada copo será el compromiso de ayudar, estudiar, compartir, regalar,


pronunciar buenas palabras, saludar, respetar, trabajar....



¡Qué felicidad voy a sentir cuando al salir para casa compruebe que los


copitos de nieve que colgué sobre tus ramas al entrar, no se han deshecho!


¡Un día genial!


 

Querido Colegio,

¡Llegará la primavera!


El árbol de la entrada estará repleto. El calor de nuestro corazón ha ido


caldeando sus ramas y han empezado a brotar.



La primavera todo lo inunda de alegría a nuestro alrededor y los primeros


frutos se dejan ver. Pronto podré saborear el cariño, la paz, el saludo, el


beso y el abrazo y acariciar con mis manos las hojas verdes que los acunan


mientras me hacen un guiño.


 

Querido Colegio,

¡Llegará el verano!


Nuestra tierra es calurosa y el sol le da un resplandor tan especial que nos


hace entornar los ojos y soñar.



El árbol se cuajará de fruta madura y sabrosa que entre todos recogeremos.


 

Querido Colegio,

¡Llegarán las vacaciones!


El árbol de la entrada que marca el paso de las estaciones y el ritmo de mi


corazón, hará que cada jornada no sea solo lecciones aprendidas en un


libro, sino pequeñas conquistas para hacer de ti, querido colegio, un gran


espacio de paz.



Jerónima Caparrós Soler